Después de que Joe Wingate fallece, la gran familia de gallos que hizo se fue en
decadencia, y aunque muchos dicen tenerlos hoy en día, los galleros de
experiencia saben que estos son puros cuentos.
Cuentan que las gallinas eran muy vivarachas, de estatura
mediana, con espolones y de color pardo oscuro o ginger. Una de ellas que era
la favorita de Joe, la dio a disecar cuando se le murió. Según algunas personas
esa gallina disecada aún existe y no se parece en lo absoluto a las supuestas
gallinas Wingate de hoy en día
Los gallos no eran grandes, la mayoría pesaban 5.04 libras
(aproximadamente 3.320 Kg.) en condición de combate. Eran anchos de hombros y
de huesos fuertes. No eran rebatidores ni voladores, como los que hoy en día
denominan Wingates.
Joe les metió sangre de una gallina inglesa que importo.
Castó a la gallina con el gallo irlandés y luego a la progenie con
individuos de su línea original. La
infusión de la sangre de la gallina inglesa les subió el peso a sus gallos, hasta
tal punto, que en algunos apareamientos producía gallos de 2.770 a 2.780 Kg.
Luego, un buen amigo de Wingate, de nombre Holly Chappell, le obsequio un hijo
de un gallo impresionante que trajo de Alabama. Chappell había castado al gallo
con sus mejores gallinas, que eran cruces de North Britain y Brown Red.
Wingate casto el hijo del gallo de Alabama que le regalo
chappell con una de sus gallinas Brown Red, y después de rebajar un poco la
sangre del gallo, se la metió a sus irlandeses originales. Dicen que esta es la
composición de los auténticos Wingate Irish Brown Reds.
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